Por mucho que nos cueste reconocerlo, la semifinal de copa tuvo sus consecuencias.
Mi voz ha tardado un poco en recuperarse, así que es comprensible que las piernas de los jugadores del Athletic tampoco estuvieran a tono el sábado.
Por otro lado, la tensión tampoco era la misma. El sábado no hubo himno previo, por eso de no hacerse demasiado pesado para los vecinos. El ritmo cardiaco tampoco se aceleró demasiado y pude ver todo el partido reclinado tranquilamente en el sofá. Después del subidón de adrenalina del miércoles, los jugadores dejaron en Bilbao este punto extra de intensidad y así fue la cosa.
El Barça marcó dos goles. Los dos a balón parado. Se podría decir que la defensa no hizo aguas, pero hay que reconocer que no se trajeron un cesto de goles gracias a Iráizoz, a los palos y a que no fue precisamente la tarde de Etoo. Afortunadamente, todos confiamos en que este partido no es ni parecido al que se jugará el 13 de mayo.
Ahora tienen unos días para recuperar el fuelle. Espero que demos la talla ante el Real Madrid el próximo sábado. ¡Aupa Athletic!
1 comentario:
Esperemos que no lleguemos al día de la final estando en Segunda, porque, ¡Madre mía, qué racha! como sigamos así...
Hay que tranquilizarse; con lo bueno que es Yeste, cómo se le ocurre entrar al trapo con el portero del otro equipo, aunque luego hiciera teatros... ya que eso es expulsión aunque no haga nada. Confiemos en los goles del fenómeno de Llorente.
¡Ya queda menos para tener la Copa en La Catedral!
Publicar un comentario