Viajar a Sevilla cuando los meses de más calor han pasado puede ser lo más recomendable. Buen clima, buena gente (menos cuando nos tiran botellas) y buen ambiente. Se puede visitar la Giralda, la Catedral y, para los muy taurinos, hasta la Maestranza. Cerveza y tapa, fino y tapa... El menú está decidido. ¿Verdad que es un buen plan para un fin de semana?
Bueno, esto es cierto para todos menos para los jugadores del Athletic. Este fin de semana, y van ya unos cuantos años así, se han tenido que volver con la cabeza gacha pensando en que podían haber perdido por algo menos.
Que levante la mano el que pensaba que el Athletic se iba a volver con algo más de cero puntos. Vale, yo siempre tengo la esperanza, pero también espero que me toque la lotería cuando juego y, ¡qué casualidad!, no me toca, no me toca. Pues el domingo, tampoco nos tocó la lotería frente a uno de los equipos más fuertes defensivamente (pese a los tres que recibieron contra el Sporting) y que no perdona en el ataque. Por algún motivo está y seguirá en la zona más noble de la tabla.
Cuatro goles recibimos el domingo. Cuatro, como cuatro soles. Todos y cada uno de ellos por errores defensivos: mala concentración, exceso de confianza, mala colocación en el campo, falta de contundencia... llamémosle como queramos.
Y lo peor no es esto. Lo peor es que tampoco hubo para más, para la esperanza frente a lo que se nos avecina. Bueno, luego llegará noviembre y en diciembre, la lotería de navidad. Tal vez nos toque.
martes, 7 de octubre de 2008
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