El pasado lunes, teniendo en cuenta algunos comentarios sobre el colesterol en entradas anteriores y, sobre todo, que al paso que va el reloj, no me voy a ver los pies, empecé La Dieta, ese término odioso y terrible que nos persigue a los propensos a ser más redondos que otra cosa. En realidad, no se trata de una dieta propiamente dicha, sino de un método para no pasarse de la raya que nos enseñó una dietista hace algún tiempo. Vamos, consiste básicamente en no comer entre horas y tormar unos zumitos de licuadora. Como tengo comprobado que funciona, pues nada, con mucho ánimo y adelante. Por cierto, Mi Cuadrilla me acompaña, así que es posible que en poco tiempo esté en perfecto estado de forma (no redonda, por supuesto).
Supongo que esto sólo afectará al típico poteo de diario, así que los comentarios tanto de vino como del Athletic seguirán presentes. Espero que no me cambie el humor, porque puedo empezar a poner verdes a vinos tintos y morados a verdejos. Si se observa algo de este estilo, no hace falta más que avisarme.
Ayer, salió Mendilibar (entrenador del próximo equipo al que nos enfrentamos, el Valladolid) en la ETB. Una entrevista a alguien que ha sido entrenador del Athletic en el comienzo de la peor etapa de su historia. Este hombre se dedicó a dar una de cal y otra de arena. Habló bien del equipo y de su historia, pero hizo algo que para mí es incomprensible, se dedicó a hablar de la afición.
Básicamente dijo una cosa que a Mi Cuadrilla y a mí nos dejó con los ojos abiertos, haciendo ese gesto de "¡Uy, lo que me ha dicho!": "La afición de Bilbao es fanfarrona"
El Diccionario de la Real Academia dice en su primera acepción que fanfarrón es: "Que se precia y hace alarde de lo que no es, y en particular de valiente".
Puede ser que, cuando él empezó como entrenador del Athletic, la afición cumpliera en parte esta definición, de hecho el presidente se veía en UEFA tras ganar el primer partido. Pero gracias en parte a la intervención de Mendilibar hemos tenido ya casi tres años a dieta de sufrimiento, que no adelgaza, pero que pone tan nervioso como la otra. En este momento, la afición está orgullosa de su equipo y lo anima y apoya aún en los peores momentos. Sólo hace alarde de lo que es, la afición de un equipo histórico y centenario del que estar orgulloso.
Una de dos, o Mendilibar desconoce el significado real de la palabra y sólo reproduce el tópico sobre los de Bilbao, o lo conoce perfectamente y lo piensa de verdad. Digo yo que es más preocupante lo segundo, así que prefiero pensar lo primero, que así vivo más tranqulo.
Bueno, no vamos a quejarnos demasiado, que lo que importa no es lo que piense un entrenador, sino lo que el Athletic sea capaz de hacer en el campo. Nos enfrentamos a un Valladolid sin su máximo anotador, con la defensa titular al completo y en plena forma. Espero que no tengamos que lamentar la ausencia de Yeste, aunque creo que tenemos otros jugadores que pueden dar ese punto de creatividad tan necesario. Vamos, que este domingo habrá que prepararse, no sé si para disfrutar o para sufrir, pero habrá que prepararse seguro.
miércoles, 5 de marzo de 2008
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