La bodega más antigua que hemos visitado se encuentra en el término municipal de Arellano. A medio camino entre Arroniz y Allo encontramos un cartel de esos de turismo de Navarra que indica "Arellano, villa romana".
Vale es trampa esto del título. La bodega a la que hago referencia pertenece a unas ruinas de una villa romana. Para quien no lo sepa, una villa era una casa de campo en aquella época. El día 19 de marzo de este año abrieron sus puertas las instalaciones que han dispuesto para poder realizar una visita a las mismas. Ya hace unos tres años que estuvimos por allí, cuando todavía estaba en pleno proceso de excavación y obras y nos gustó bastante. Sin embargo, en estos momentos podemos entender mucho mejor este emplazamiento gracias a la inestimable ayuda de los guías presentes en el mismo.
Por cierto, la visita es gratuita durante un tiempo, para aquellos que se estén apretando el cinturón.
Se empieza la visita por la villa vieja, del periodo del alto imperio romano (III-IV siglos d.C.). De esta parte destacan sobre todo los elementos referentes a la elaboración del vino. En esta época el vino se sometía a procesos de cocinado (ahumado, adición de especias...), lo que permitía obtener una gran variedad de aromas diferentes a los que apreciamos hoy día. Por supuesto, como clave en esta parte, está la bodega. Impresiona lo bien conservadas que se encuentran las doliae (grandes vasijas para la elaboración del vino) y el larario (altar dedicado a la adoración de los dioses familiares, lares).
A continuación, se avanza a la villa nueva, del periodo del bajo imperio romano (IV-VI siglos d.C.). Tras un incendio, la villa es abandonada durante 20 o 30 años, hasta que se construye una villa nueva encima de los restos de la anterior. De este periodo se aprecian bastante bien las diferentes habitaciones destinadas a dormitorios, salón central o museo. Destacan los mosaicos del suelo. El único que no se encuentra en la localización (podemos apreciar una reproducción) es el mosaico de las musas enclavado en una habitación octogonal supuestamente dedicada al estudio (museo).
En esta última época el destino de la villa parece ser que era dedicado al culto. En una época, en la que el cristianismo se había impuesto en todo el imperio, todavía se celebraban ritos paganos en este centro. Se conserva el contorno de un centro de sacrificios rituales con su altar (podemos ver una reproducción instalada en el sitio original) consagrado a los dioses Apis y Adonis.
Con esto terminamos una visita que lleva poco menos de una hora. La verdad es que el sitio merece la pena y algo de historia se aprende.
martes, 25 de marzo de 2008
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