Depués de ver el partido del Athletic en la Romareda surgen algunas dudas. La principal de todas es: ¿qué narices pasa por la cabeza de nuestro querido Jokin?
La solvencia defensiva está más que demostrada. Sólo nos queda acortar un poquito las riendas de Amorebieta. El central es clave a la hora de cortar un contragolpe, pero si se dedica a visitar insistentemente el área rival nos puede pasar lo del gol de ayer. Quitando esto, por lo menos no pasamos tanto miedo como en temporadas anteriores. Capítulo aparte merece el cambio de portero. Mi Cuadrilla comenta que nos habrían metido al menos dos goles más de estar en la portería Dani "Chiquito de Fuenmayor" Aranzubía (¡No puedo, no puedo!).
Lo hemos conseguido, nos meten pocos goles. Pero ahora lo que hay que hacer es meterlos. La segunda parte frente al Barcelona y el último partido de copa en San Mamés demuestran que Llorente tiene solvencia suficiente en ataque, que Yeste va mejor por el centro,que existe un nuevo valor en el equipo capaz de volver locas a las defensas rivales, Aitor Ramos y que Susaeta es, a día de hoy, el único capaz de encarar sin morirse de vergüenza. Entonces, ¿qué hace Yeste pegado a la cal?¿Cómo es que es titular Aduriz, con su característico regate del bisonte (tiro la pelota, voy detrás y si hay un defensa en medio me lo llevo por delante? ¿Qué pinta Susaeta en el banquillo? La evidencia se hizo patente cuando, tras los oportunos cambios, por los que Mi Cuadrilla clamaba desde el minuto tres, el Athletic demostró que puede atacar con solvencia, sólo un Zaragoza bien plantado atrás y Cesar, con un paradón a bocajarro digno del gran portero que es, consiguieron evitar que el equipo rojiblanco sacara mejores frutos de lo sembrado en la segunda parte.
No soy entrenador profesional ni veo a los jugadores entrenando cada día. Tampoco lo es Mi Cuadrilla. Sin embargo, esto no evita que digamos que la culpa de la derrota de ayer, por una vez y sin que sirva de precedente, fue exclusivamente de Jokin. Así como para echar la culpa a los chavales. Bueno, seguimos preguntándonos que pasa por su cabeza. Espero que contra el Levante lo haga mejor.
La nota enológica de hoy es para un vino que teníamos almacenado en nuestro botellero. Se trata de un blanco de Rioja que compramos en una vinoteca en una visita a ElCiego la primavera pasada. Cuando lo compramos tenía unos aromas de frutas tropicales característicos de la malvasía que compone el Mitarte Blanco Fermentado en Barrica de 2006, pero ha evolucionado en la botella y ahora se le nota mucho, tal vez demasiado, el efecto de la fermentación en barrica. Se ha oxidado algo y de los brillantes tonos pajizos a pasado a unos tono dorados más típicos del Chardonay. Tal vez no lo hayamos cuidado lo suficiente, porque Mi Cuadrilla dice que no le gusta demasiado. Yo creo que, a pesar de haber sido fermentado en barrica, la duración de este vino es corta (imagino que mejorará en sucesivas cosechas) y va siendo hora de esperar qué nos deparará el 2007.
lunes, 4 de febrero de 2008
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2 comentarios:
No se si este año, de nuevo, tienes un equipo como para disfutar de futbol y vino al mismo tiempo :-)
Busca buenos vinos para sufrir la mitad. por que si en un partido de esos te sale la botella con corcho, ya ni te cuento...
Saludos.
Lo más seguro es que disfrutaré más del vino que del fútbol. Además lo primero ayuda a olvidar lo segundo.
Por cierto, no tengo problemas por que se me acorche una botella, abro otra y tan contentos.
Gracias por tu visita.
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