lunes, 18 de febrero de 2008

Lo tenemos

Ayer estuvimos por San Sebastián para dar suerte al equipo del lugar (ganaron 4-0). Bueno, más bien para visitar a nuestros amigos de Casa Maruxa y disfrutar de esos berberechos con sabor a mar y de un pulpo a feira exquisito, por cierto, bien regado de albariño, por si las moscas.

A la vuelta, pusimos la radio para ver cómo iban los partidos y para escuchar el comienzo del Atlético-Athletic. Pocos resultados nos favorecían y el único consuelo inicial es que, por lo menos, no pasaríamos una semana en puestos de descenso para recordar los últimos tiempos.

Por la radio no es igual que por la tele y no vamos a contar la diferencia con ver el partido en el campo. Sin embargo, hubo algo que me hizo soltar el volante para aplaudir (¡qué peligro!). Cuando dieron la alineación del Athletic nos dimos cuenta de que Caparrós se había lanzado definitivamente a hacernos disfrutar. Dos puntas que demostraron ser algo más que compatibles, una media creativa, generosa y contundente y una defensa expeditiva y concentrada.

Pasaron pocos minutos y estaban sacando unas declaraciones de un entrenador de otro equipo cuando se oye de fondo, goooool, estos de las radios a nivel nacional siempre apuntan más al centro, así que cambié a Radio Euskadi, que se centrarían en el Athletic. Buaaaah, jugada tonta y gol en contra. ¿He dicho que la defensa suele estar concentrada? Mala suerte, otra vez a remar.

Ya en Olite, fuimos corriendo a un bar para seguir las evoluciones del partido y temiéndonos lo peor. ¿Lo peor? El Athletic no había bajado los brazos, dominaba y daba más fútbol de lo que se podía esperar. En toda la temporada no había sido capaz de dar la vuelta al marcador en ningún partido. Bueno, quien quiera el resumen total que lo busque en el periódico. Dos jugadas y dos goles. Los mejores jugadores: Javi Martínez y Llorente. Ya no nos sorprenden.

Mi Cuadrilla comenta que este equipo puede hacer muchas cosas, que Caparrós se debe olvidar ya de hacer experimentos. Lo llevamos buscando desde hace mucho tiempo, algunos intuíamos la posibilidad de su existencia. ¿Qué vamos a decir? Tenemos equipo titular.


Por hacer una pequeña nota gastronómica, es necesario probar el ribeiro que sirven en Casa Maruxa. Recuerdos de viejas formas de hacer en este vino turbio, fresco y con un punto de acidez que acompañará estupendamente una ración de lacón o unos mejillones al vapor.

¡Qué aproveche!

No hay comentarios: