miércoles, 29 de octubre de 2008

El momento del cambio

He tardado algo en escribir sobre el partido del pasado domingo en Madrid. La verdad es que no parece que haya mucho que decir después de todo lo que se ha hablado. Al final, el resultado fue negativo. Perder,  aunque sea con un grande y haciendo un bonito juego no debe alegrarnos jamás. Me parece que cada día nos estamos volviendo menos exigentes con el equipo, es como si pensáramos que no da para más.

Ahora mismo vamos a plantear otra forma de actuar. Espero poder ser coherente con la misma de aquí hasta el fin de la temporada. El planteamiento será el siguiente en mis próximos posts: si el Athletic pierde, sacaré a relucir sus defectos, a pesar de que pueda haber jugado bien; si gana, a parte de los comentarios de euforia, sacaré a relucir sus virtudes; en caso de empate, ya veré, al libre albedrío.

Empiezo por el partido del domingo, como primer ejemplo.

Una defensa mal coordinada propició dos de los tres goles. Estos fallos en la salida al fuera de juego o en las coberturas nos están costando la sangría de goles de la que estamos siendo víctimas en este comienzo de temporada.

El tercero, debido a una chulería innecesaria en el centro del campo. La relajación es buena a la hora de crear juego con libertad, pero demasiada, como siempre, puede ser catastrófica.

Está claro, hay algunos puntos de mejora que es de suponer que se tendrán en cuenta para el encuentro de esta noche en la Copa: coordinación, concentración y tensión. A ver si se van aplicando el cuento.

Con esta van dos entradas en las que no hablo sobre vino. La verdad es que no he probado nada nuevo últimamente. Estoy preparando una sobre la elaboración de vino con algunas fotos de bodega... espero tenerla lista pronto.

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