Como prometí hace un par de semanas y con mucho retraso hoy voy a explicar nuestra visita a una bodega en una zona con poca tradición vinícola, para variar.
Estábamos en unos días de descanso en el valle de Liébana en la zona cántabra de Picos de Europa. Este valle se ha reconocido tradicionalmente por la elaboración de orujos, que, gracias a la climatología y el tipo de uva utilizado (Palomino) ofrece auténticas delicias. El problema es que el exceso de acidez que conviene a la elaboración del orujo no es precisamente lo mejor para hacer buen vino.
En laderas escarpadas, con una variabilidad de tierras asombrosa (calizas, graníticas, arcillosas...) encontramos viñas centenarias que no ocupan ni dos hectáreas en la finca más grande. En este entorno y con estos precedentes encontramos una bodega nueva (este año sacan al mercado su segunda cosecha): Picos de Cabariezo.
Esta bodega, fundada por 5 socios en el año 2000 ha sido la principal promotora de los primeros pasos para conseguir una DO para Liébana, de momento están en la fase de ser Vinos de la Tierra de Liébana, por lo que todavía muchos de los criterios en la elaboración del vino están en fase experimental, aún por definir.
Empezamos la visita una tarde lluviosa en la que apetece más un buen café acompañado de un orujo que andar de un lado para otro, pero es que somos así.
Javier (perdón pero no le pregunté el apellido) , uno de los socios de la bodega, se acerca los fines de semana y cada vez que tiene un rato desde su residencia en Basauri. Como es sábado, es él quien nos guía por las pequeñas instalaciones de la bodega.
Como primer paso en la visita, vemos desde la entrada dos de las fincas que aportan su uva a la bodega. A cierta distancia, en una ladera, una finca de poco más de hectárea y media, que fue durante un tiempo la finca más grande de viña para la elaboración de vino en toda Cantabria. Esto nos permite hacernos una mejor idea de cuál es el entorno. Anexa a la bodega, vemos la finca experimental donde están comprobando cómo se adaptan las diferentes variedades al clima de la zona.
Aquí nos enteramos que la bodega explota uva sólo de la zona (como debe ser, digo yo) y que es por esto que sólo han elaborado esta última campaña unos 50 mil kilos de uva, parte cultivada por ellos y otra parte comprada (a veces en la viña para permitir la correcta maduración) a agricultores particulares.
Según entramos, vemos una serie de alquitaras para la elaboración de orujo. ¿Cómo no? En esta zona es lo que pega. Esta es la única destilería que elabora orujo sólo con uva de Liébana, las otras grandes destilerías se ven obligadas a comprarla fuera para poder mantener la producción.
Mas adelante, depósitos de elaboración y almacenaje y, por último, la nave de barricas de roble de diferentes tipos (repito que están todavía en proceso de determinar qué va a ser el vino en esta zona). Parece que la visita ha sido corta, pero la verdad es que ya hemos visto más bodegas y aquí han decidido sabiamente no reinventar la rueda.
Hemos aprovechado el tiempo para aprender otras cosas:
- La uva base para la elaboración es y será la Mencía, como en Ribera Sacra, esperemos que consigan vinos tan elaborados
- Se incorporarán otras variedades que parece que se están adaptando muy bien a la zona (Syrah, Merlot, Tempranillo...)
- Esta bodega hace un vino del estilo a los vinos del hielo alemanes. No es muy habitual elaborar este tipo de vinos dulces por aquí. Para ello utilizan la variedad Gewürztraminer ensamblada con Sauvignon Blanc.
En una próxima actualización de este post añadiré las fotos que sacamos durante la visita.
Actualizada 10 de mayo de 2008: Ya he subido alguna foto
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