Si algo de positivo tiene que la temporada 07-08 halla llegado a su fin es que dejaré de dar la pelmada con mi amadísimo Athletic y me centraré en el vino y sus alrededores, que todavía tengo algún post por publicar a ese respecto, la descripción de los vinos de Picos de Cabariezo y una reciente visita a bodegas Marco Real están todavía en el tintero. ¿Qué le vamos a hacer?
Se ha completado la temporada de transición que todos esperábamos: una permanencia con holguras y algo de ilusión europea hasta última hora.
El vaivén de sentimientos ha sido continuo. Se empezó la temporada con un profundo cambio de caras y, como debe ser, se creo una ilusión mucho mayor que la de los últimos años. Mas tarde, un equipo que todavía estaba en formación nos puso los pies sobre la tierra marcando poquísimos goles y ganando sólo dos de los primeros 9 partidos. La sombra del pasado nublaba nuestros ánimos y empezábamos a ver demasiado cerca los puestos del descenso. Algún partido ganado y pocos goles encajados nos ponían el la parte tibia de la tabla hasta llegar al fabuloso mes de marzo. Entonces todos empezamos a hablar de Europa como algo realizable olvidándonos ya de que la salvación era nuestra máxima prioridad. Después de esto, se desinfló un poco el tema quedando ya lejos la opción de llegar a Europa por la vía directa. Hay que contar con el resto de equipos y la vía de la Intertoto se ha mantenido hasta el último partido, con la ilusión casi más intacta que al principio de temporada.
En definitiva, ahora nos toca de descansar de fútbol unos días hasta la Eurocopa (de esto no comentaré nada, lo prometo, a no ser que se nos ocurra ganarla) y, más tarde, un largo verano sin alicientes para el domingo por la tarde y con demasiado calor para disfrutar del vino como se merece.
Esto es todo, hasta la próxima temporada, Athletic.
lunes, 19 de mayo de 2008
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