lunes, 28 de enero de 2008

Dosacero



Ser aficionado del Athletic Club implica tener una capacidad cardíaca por encima de la media. Estén jugando bien o estén jugando mal, el corazón se acelera a unas cuantas revoluciones más de la cuenta. Menos mal que dicen que el vino es bueno para el corazón, que si no...

El jueves pasado dejamos al Athletic pendiente de jugar el partido de Copa del Rey contra el Racing de Santander en el Sardinero. El Racing, equipo revelación del año (todos los años tiene que haber uno) se creía capaz de volver a ganar en su feudo a un Athletic que lleva demasiado tiempo en horas bajas. El partido, malo de solemnidad y digno de un empate a cero, acabó con un 2-0 que prácticamente nos deja sin opciones.


Llega la hora de ser realista y dedicarnos a lo que nos da de comer: la Liga. El Athletic presentó múltiples cambios frente al equipo habitual de la liga. Que sí, que tenemos un equipo habitual en liga. Esto hace pensar que Caparrós, además de enseñar pillerías a los chavales, tiene claras las prioridades. Próximo episodio, el jueves. Espero que saque a todo el Bilbao Athletic, a ver si nos sorprenden.

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