viernes, 13 de junio de 2008

Dos bodegas, dos estilos

Una de las cosas que hace más interesante un blog es que permanezca actualizado. Parece que este no es el caso del que estáis leyendo en este momento, puesto que hace dos semanas que no escribo nada en él. Intentaré redimirme y, cuando vaya a ocurrir algo así, por lo menos avisaré.

El caso es que las dos semanas no han pasado en balde y hemos aprovechado para asistir a dos actividades diferentes relacionadas con el vino:
  • El X día del Rosado de San Martín de Unx: el día amaneció amenazando lluvia, lo que parecía que iba a echar para atrás a la gente. Nada más lejos de la realidad, las bodegas llenas hasta la una de la tarde y, a parir de esa hora, el frontón a rebosar para disfrutar con los vinos de las cuatro bodegas del pueblo y de EVENA. Lo del frontón fue una novedad, ya que no se hizo en la plaza para evitar el riesgo de salir tan empapados por fuera como por dentro, aunque al final se podría haber hecho
  • Presentación de Bodegas Viña Magaña (DO. Navarra) y Pago del Vicario (VT Castilla La Mancha) en Cella Vinarium. A esto dedicó el resto de la entrada de hoy.

Lo primero de todo, felicitar a Cella Vinarium por la iniciativa de acercar los productores al público profesional y aficionado de la manera que lo hacen. Es la primera vez que asistimos a luna de sus presentaciones y puedo asegurar que no será la última. Siempre hay que buscar una buena ocasión para aprender.

Compartimos la tarde del 5 de junio con Carlos (perdonad que no recuerde el apellido) de Pago del Vicario y Juan Magaña de las bodegas con su mismo nombre. Por seguir un orden coherente en la cata fueron alternando las intervenciones, haciendo las algo más de dos horas de la presentación tan amenas como cabía esperar.

Empezó la presentación con la intervención de Carlos, contándonos la filosofía de una bodega nueva, de corte moderno situada muy cerca de Ciudad Real. Empezó con dos vinos:
  • Pago del Vicario Petit Verdot Rosado (2007): 14,5º. La capa, un poco más alta, y el color, un poco más anaranjado lo hace a la vista, diferente del vino rosado de Navarra al que estamos acostumbrados. Aromas a fresones maduros, muy dulces. En boca, dulce, con recuerdos a gominolas, algo ácido, tal vez por el alcohol, calienta la boca y permanece más que la media.
  • Pago del Vicario Penta (2005): 14,5º. 5 variedades, 5 meses en barrica, de ahí su nombre. Color picota de capa alta, poco brillo (turbio). Carlos nos cuenta que no han buscado la integración completa de la madera y precisamente esto es lo primero que nos encontramos en nariz, algo más tarde hierbas (monte bajo). En boca, frutos negros sobre todo, algo astringente (demasiado para Mi Cuadrilla)
Después de esta entrada, habló Juan y nos contó como empezó a trabajar su bodega en los años 70. Años en los que había que introducir de contrabando variedades nuevas para experimentar. Presume y tiene por qué, con toda su producción vendida y el prestigio ganado a nivel internacional es como para gritarlo a los cuatro vientos. Nos presenta a continuación otros dos vinos:
  • Dignus 2004: 14º. Merlot, tempranillo y cabernet sauvignon. Color: Picota intenso con ribete granate capa media-alta. Aromas tostados, balsámicos y minerales bien integrados. Fuertes taninos, largo. Dan ganas de tener algo de queso fuerte cerca para acompañarlo.
  • Magaña Reserva 1997:13,5º. Color teja, capa media, muy evolucionado. Aromas tostados con algo de mantequilla. Para mi gusto, demasiado evolucionado, pero para gustos están los colores y las opiniones en nuestra mesa fueron de lo más variado.
Le tocó el turno a otro de los vinos traídos de las tierras del Quijote:
  • Pago del Vicario Monagós (2005): 14,5º. Syrah y Garnacha tinta. Capa muy alta, lágrima densa y oscura. Poco brillo, al estilo del Penta. En nariz se muestra muy cerrado en un principio, seguro que se afina en botella, pero al cabo de un ratito empieza a mostrar humos y minerales mezclados con fruta negra y, esperando algo más, regalices y anises. En boca se muestra amable pese a los temores de astringencia que mostraba Carlos. Se trata de un vino complejo, interesante. Está bien que este sea el vino del que más producción tiene la bodega (unas 300.000 botellas)
Después de este vino moderno, Juan nos presenta dos joyas para enmarcar:
  • Calchetas 2005: 14,5º. Vino de pago con una producción muy baja. No pone la variedad en la botella, pero Mi Cuadrilla afirma (¿quién soy yo para negarlo?) que casi todo es Cabernet. Picota oscura con ribete granate, muy brillante. Aromas tostados, frutos negros... y tantos otros. Amable, largo en boca, con los taninos muy bien integrados. Un vino exquisito para disfrutar sólo o acompañando una buena comida.
  • Magaña Merlot 2005: Fermentado en barrica de roble con control de temperatura mediante hielo seco. De esa viña que fue el primer Merlot reconocido en España y de la que tantos hijos hay en bodegas de gran prestigio. Color picota oscura con ribete granate, prácticamente indistinguible del Calchetas. Aromas balsámicos, frutos negros muy maduros y algún tostado. En boca, destacan unos taninos maravillosamente integrados con retrogusto a especias. Otro vinazo.
Por último, llega el postre y la última curiosidad del día. ¿Alguien había oído hablar de un vino dulce 100% merlot?
  • Pago del Vicario Merlot Dulce (2004): Vino dulce de 14,5º. Elaborado mediante corte de fermentacion mediante frío, posteriormente embocado para darle el grado y la durabilidad que se merece. A la vista, no se distingue de un vino tinto de merlot de capa muy alta hasta que se agita ligeramente la copa. En este momento se ve la desidad que le aporta el azucar. En nariz recuerda a algunos licores de fruta, sobre todo de mora o fresa. En boca viene la segunda sorpresa. La entrada es dulce, intensa, pero según pasa tiene una astringencia casi desagradable, digo casi porque es eso precisamente lo que invita al siguiente trago. Seguro que es bueno para acompañar chocolates fuertes y cremas muy dulces.
Con esto nos despedimos hasta la siguiente presentación a la que asistiremos con gusto.

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