jueves, 22 de octubre de 2009

Transtorno bipolar disociativo

Parece que por fin está demostrado, en el Athletic existen varias identidades o personalidades, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente. Vamos, lo que comúnmente se conoce como personalidad múltiple.
Y diréis, ¿cómo es que El Vizcayno ha llegado a esta tremenda y clarividente conclusión? La respuesta está clara: el partido de hoy me ha abierto los ojos.
Hoy hemos visto a dos de las personalidades del Athletic en acción:
Athletic vieja diva
Se presenta como sigue. Ante un rival inferior en calidad técnica, se dedica a demostrar que sabe lo que es el fútbol. No es necesario que se esfuerce en meter goles, considera al contrario tan inferior que se dedica a espantar moscas imaginarias. Sólo hay una forma de deshacerse de esta personalidad: el cambio de alguno de sus jugadores más indolentes. Hoy este papel le ha tocado a Yeste y Gabilondo. Los primeros 60 minutos, hemos visto la versión más repelente de esta identidad. A ella se le dedican abundantes pitos, que no hacen sino ponerla más nerviosa si cabe. Como resultado se ha quedado detrás en el marcador.
Athletic León
Sin más argumento que la garra y la voluntad, el Athletic se lanza al ataque con más corazón que cabeza. Esto gusta en San Mamés. Sobre todo cuando nos enfrentamos a un equipo sin voluntad de rematar el partido. Javi Martínez se hace protagonista de esta identidad, junto con el incansable Toquero, que aporta mucho más cuando entra de revulsivo. En sólo 30 minutos creyéndose este personaje, se ha dado la vuelta al marcador, gracias a Etxeberria y, sobre todo, a Llorente: 6 goles en UEFA (contando con la fase previa) y 2 en Liga, por si había alguna duda.
La cuestión es si el psiquiatra que tenemos en el banquillo conseguirá sacar la personalidad que más nos gusta o lo dejará a los golpes de suerte, como hasta ahora esta temporada.
El próximo capítulo será el domingo. A ver qué personalidad viaja a Getafe. De todas formas, en casa siempre diremos ¡Aupa Athletic!, seas el que seas.

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