El domingo por la tarde se está volviendo una tradición en mi casa eso de echar una siestecita. La fórmula sería más o menos: buena comida + buen vino = cabezada. Esto también nos tocó ayer, a Mi Cuadrilla la tuve que despertar cuando estaban dando la alineación del partido que enfrentaba en Riazor al Athletic contra el Deportivo de la Coruña. En resumen, cuando el partido es a las cinco de la tarde nos toca despertar.
Despertar, despertar... eso mismo debieron pensar el resto de aficionados del Athletic al oír el pitido final. Alguien estaba soñando con la UEFA, pues a ese, gorrazo y fuera de la cama. Repito lo que suelo decir, debemos recordar de dónde venimos para no tomar el desvío en el mismo sentido. El Athletic ha obtenido magníficos resultados casi toda la segunda vuelta esta temporada. En otros partidos hemos tenido la suerte que ayer pareció faltarnos. ¿Qué le vamos a hacer?
Analicemos un poco el partido. Desde el principio se mostró un Athletic especulador. Controlaba el juego, pero sin la ambición que le ha caracterizado en otros partidos. De todas formas, hay que destacar algo que se pudo apreciar tanto en esta parte como el la segunda: la precisión en los pases. El balón sólo se perdía por buenas acciones defensivas del equipo local, no por una constante en otros partidos: la imprecisión. El equipo no estuvo tan mal como para llevarse el correctivo que se llevó, pero el Depor es un muy buen equipo al contragolpe en estos momentos, así que habrá que tomar nota y aprender para próximos partidos.
Respecto a lo de despertarse, lo mejor que podemos hacer es intentar disfrutar de los partidos que quedan, sin más ambición que la de ver a nuestro equipo hacer buen fútbol. De paso, sin presión, el cuerpo técnico debería empezar a plantearse la próxima campaña y, si suena la campana llamada Intertoto, mucho mejor. Lo que no debemos olvidar nunca es decir: ¡Aupa Athletic!
lunes, 14 de abril de 2008
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